miércoles, 14 de enero de 2009

¿El principe destronado?


Había una vez un joven y apuesto príncipe de pelo rubio y ojos azules llamado Efrén. Cada tarde se subía a su trono. Desde allí contemplaba a decenas de doncellas que, boquiabiertas y embobadas, suspiraban por él. En el reino no estaba solo. Le acompañaba una hábil y manipuladora Celestina televisiva, dos consejeros reales, y un pequeño ejército de bufones que animaban la corte real.

Durante meses, nuestro príncipe cortejó a sus pretendientas. Quede claro, que pocas pertenecían a la alta aristocracia, más bien ,eran jóvenes del pueblo llano. Tan y tan llano, que a veces, se acercaban al vecino reino "barriobajero y poligonero".

En fin, pasaron los días y finalmente, Efrén escogió a su querida en un gran baile en el que no faltó una romántica puesta en escena. Hubo lágrimas, mocos, reproches, emoción y... hasta beso!! España lloró a moco tendido. El país volvió a creer en el amor. Pero esta historia duró muy poco. Enseguida las brujas ( leáse cadenas de tv) de todos los condados ( leáse programas) enviaron a sus cuervos ( leáse reporteros) a despellejar a los nuevos enamorados. Y claro, el amor se convirtió en negocio. Campanilla resultó ser una mala mujer, y él, un embaucador tramposo. Ambos decidieron sacarle rentabilidad y vendieron sus almas al mejor postor.
Dicen que él no se convertirá en rana sino, en colaborador del reino enemigo ( a3) y ella, heredará su trono, es la nueva princesa de ese oscuro país llamado " mujeres y hombres y vicevera".

1 comentario:

  1. Nunca he visto este programa pero no se le ha tachado repetidas veces de estar sobreactuado y de tener más guión que realidad?
    Además a algunos de los "supuestos concursantes" se les ha visto peregrinando por más de un programa de televisión al mismo tiempo, surgiendo así un nuevo oficio: Concursante profesional!

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